viernes, 22 de mayo de 2009

MI AVENTURA DE SER MAESTRO


Comparto con ustedes una reflexión sobre el artículo “La aventura de ser maestro” de José M. Esteve y lo relaciono con mi tarea docente que vivo diariamente. El Pedagogo Esteve habla de la experiencia del docente; al igual como el lo menciona, me inicié en la docencia a la edad de 28 años y nadie me enseñó a ser profesor, lo fui aprendiendo con el transcurso de los años y mediante los ensayos de prueba y error.

Al leer sobre las dificultades de ser docente y conocer lo complicado que es encontrar nuestra propia identidad recuerdo que en mi caso tomé referencias, las estrategias y técnicas de trabajo que aplicaron mis profesores con un estilo conductista en mi vida de estudiante y en la actualidad siempre he tratado de no cometer esos errores, bien recuerdo el miedo y tensión que se me presentaba para contestar los cuestionamientos de mis alumnos a pesar que eran grupos pequeños, a eso he de agregar que, al inicio de cada periodo escolar busco la interacción con los educandos y después de “romper el hielo” indagar como quieren que sea nuestra forma de trabajo; más sin embargo debo de reconocer que aunque siempre piden lo mismo( flexibilidad en las clases, no actividad extraclases, comprensión, actividades de investigación en internet, etc.), nuestras acciones nunca funcionan igual en distintos grupos de trabajo, por lo cual creo que nunca existirá el “maestro ideal”.

Como lo menciona la lectura de Esteve: lo importante es ser útil a los demás, somos libres de decidir en la planeación de nuestras clases, me preocupa que debo buscar siempre lo productivo para mis educandos, además relacionar el conocimiento con su vida diaria y tomar en cuenta sus experiencias.

Es importante reconocer que en el aula donde todos interactuamos maestros y alumnos, son los lugares donde crecemos en todos los aspectos, aquí se aprende, se crece espiritualmente, compartimos valores y sobre todo establecemos canales de comunicación que muchas veces perduran toda la vida.

He comprendido que poco a poco voy identificando mi identidad profesional, ya que cuando me inicié como docente, ésta era muy similar a la de un profesor de secundaria; recuerdo aquellos momentos cuando no sabía organizar mi clase y ganarme la atención de mis alumnos, hoy comprendo con el paso del tiempo que la esencia de mi trabajo debe estar al servicio del aprendizaje de mis educandos.

Considero que la lectura “la aventura de ser maestro” nos motiva a reflexionar, a pensar que somos la principal causa de la transformación de nuestros educandos y que somos útiles a la sociedad, a pesar que se cataloga que un maestro de humanidad no es nada relevante. En fin a pesar de todo y sobre todo siempre será un orgullo para mí ser profesor del Cet Mar No. 27 de Puerto Vicente Guerrero, Gro.

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